domingo, 12 de abril de 2009

Imágenes del museo de cruces y cristos Roberto Hoyos Castaño: "Un Signo que Permanece






















PALABRAS DEL DOCTOR ROBERTO HOYOS CASTAÑO ACERCA DE LA COLECCIÓN




En el año 2005 entregué la colección de los primeros 1560 crucifijos en 75 retablos, en ese mismo momento hice la promesa de3 completar la colección para un total de 2500 crucifijos.
En 3 años me propuse a ser implacable con mi promesa, con mi pueblo, con la comunidad, con mi FE y día a día mantuve mi interés, mis ganas, mi pasión para entregarles un total de mas de 2700 crucifijos en un total de 135 retablos.
Saber cómo a mi pueblo llegan visitantes de todas partes del mundo a conocer el museo hace que este signo y el amor por la tierra Marinilla permanezca y trascienda a diferentes culturas y generaciones.

Biografía del museo del Cristo. (La colección de crucifijos más grande del mundo)




Donada por el ilustrísimo. Doctor Roberto Hoyos Castaño.
En el año 1974 en visita a casa de un amigo vio en un paredón una pequeña colección de cruces, a partir de ese momento se propuso como meta, realizar su propia colección. Cada vez que amigos y familiares viajaban a alguna ciudad o país siempre llevaban un crucifijo de presente ya que esto lo hacia muy feliz.
Cuando Roberto Hoyos manifestó su interés de donar la colección al municipio a su esposa le dio mucha nostalgia por que prefería tenerla en casa.
El valor artístico y estético que suma la cantidad de la colección realizada en mas de treinta años representa el esfuerzo, la dedicación que constituye una vida marcada de gozo y constancia, expresado en la alegría y gratitud del doctor Roberto Hoyos Castaño.
PARA COMPRENDER MEJOR LA IMAGEN...
Esta colección no lleva explicaciones de orden artístico o espiritual pero quien sabe contemplar y admirar desde dentro puede experimentar la fuerza del arte y una mayor comprensión del misterio de la cruz.
El crucifijo es La devoción mas arraigada del catolicismo en América latina, en una palabra esta en el alma del pueblo en su tradición y su cultura, es verdad que la imagen de barro o de bronce no habla, pero tiene la capacidad de hacer hablar al hombre cuando se estremece su corazón frente a ella, por que descubre su propio sufrimiento y su pasión … cuando tiene la experiencia de la fe en Jesús que nos amo hasta el extremo… cuando comprende que la pasión de Cristo continua, como canta el himno nacional de Colombia : “…la humanidad entera que entre cadenas gime comprende las palabras del que murió en la cruz”.
MAS ALLA DEL SIGNO…
La cruz, medio de tortura y de muerte en tiempos de Jesús, adquiere todo su simbolismo y su sentido cuando el hijo de dios muere en ella. Desde entonces, hablamos de el crucificado, el “fijado en la cruz”, en el último momento de su vida; cuando todo estaba consumado y asumía el ultimo paso de la encarnación: la muerte.





Muerte engendra vida nueva, paso de las tinieblas a la luz, vida en el Espíritu del Resucitado . El cristiano reconoce en el signo de la Cruz todo el misterio de la Redención: el Crucificado que da la vida por nosotros y el Cristo de la fe que vive entre nosotros. Por eso el pueblo se refiere indistintamente a la Cruz, al Crucificado y a Cristo. De todos modos reconoce al Salvador que da su vida por amor.
La cruz es entonces una invitación a vivir la fe en la realismo del Amor que da la vida por nosotros. En un signo redentor que abraza el sufrimiento de los hombres desde la realidad terrena donde emerge, hasta la altura del mástil que señala el cielo. Dos maderos que se cruzan: el horizontal humano y el vertical divino que trasciende.